13 de enero de 2010

Strathmore y Mbuzi Choma

Tenemos muchas cosas que contaros y es probable que no quepan en un solo post. Pero vamos a intentar que quepan el mayor número posible.

El sábado pasado fue un día intenso: quedamos con el matrimonio amigo con el que pasamos la nochevieja y fuimos a visitar Strathmore (para los que no estén muy puestos en el tema de Nairobi: Strathmore es una universidad como la de Navarra o la de Piura, es decir, propiedad del Opus Dei). Como alguno de vosotros sabrá, Strathmore comenzó en 1961 siendo un College (del sistema británico de educación, que es el que tienen aquí, claro). Con los años fue creciendo y ofreciendo más estudios y hace un par de años consiguió la acreditación como universidad, y siguió creciendo. Hoy, además de múltiples carreras, ofrece la Strathmore Bussiness School, un MBA equivalente al IESE (y con plena colaboración del IESE). Y además tienen varios proyectos por hacer, como una clínica universitaria del nivel de la de Navarra y dirigida a toda África. Y todo eso se refleja en el campus.

El campus no tiene campo, es decir, al ser un campus urbano (en plena ciudad), la finca ocupada por el edificio central no da más de sí. De ese modo, el resto de edificaciones y proyectos están en fincas colindantes. El edificio central, que tiene como unos veinte o treinta años, acoge bastantes aulas, despachos y otro tipo de oficinas. Y una cafetería, of course. Y una “capilla” con el tamaño de una iglesia: de unos cuarenta metros de largo y veinte de ancho, dispone de techos altos y dos filas de bancos. Además, tiene un detalle muy bonito: detrás del altar, en mitad del retablo, se abre una ventanita donde está el sagrario. Pero como a tres o cuatro metros del suelo. Así, según entras en la capilla, tu mirada va siempre hacia lo más importante en cualquier iglesia: el lugar donde está el Señor (cosa que no ocurre en muchas iglesias-garaje que todos conocemos, donde tienen el sagrario apartado, arrinconado e incluso oculto).

Pues bien, después de distintas gestiones y visitas, escuchamos misa (por cierto, el sábado era el aniversario del nacimiento de san Josemaría, así que la capilla a rebosar. No sabemos si todos los días es igual, pero desde luego el sábado había un montón de gente). Una vez terminada la misa, nos fuimos a comer con el matrimonio amigo.

Dos notas: la primera, que quedamos con A., el marido del matrimonio, en la Holy Family Basilica (de verdad que se escribe así: basilica) para que nos llevase a Strathmore. La basílica está al lado del City Hall, que es donde están los organismos de gobierno de Kenia. Unos edificios la mar de chulos que ya os explicaremos cuando conozcamos la zona. Y segunda, en Strathmore había algunos españoles, cosa que no es extraña tratándose del Opus Dei, y da mucho gusto oír hablar en nuestra lengua madre. Además, muchos keniatas también la hablaban, y todos, españoles, keniatas y de otras nacionalidades, se ofrecieron en mayor o menor medida a echarnos una mano. Muy amables, la verdad.

Seguimos con el relato. Como os decíamos, fuimos a comer con A. y W. (W., como habréis adivinado con vuestra admirable perspicacia, peloteo puro y duro, es la esposa del matrimonio amigo) a un sitio llamado Mbuzi Choma, aunque es probable que no sea el nombre del local sino de la comida. Bien, pues es un local bastante popular donde sirven platos caseros de carne que se comen con las manos. O séase, si te da la gana puedes comer con cubiertos, pero como donde fueres haz lo que vieres, con las zarpas que comimos. Fueron dos platos, uno de pollo asado y otro de cabra (así nos lo explicaron: no carnero o cordero sino directamente cabra). La comida estaba rica y estuvimos, entre el yantar y la conversación, tres o cuatro horas en el sitio.

Más tarde, nos fuimos al uptown (nota: lo que hemos llamado downtown por lo visto se llama uptown porque, según nos explicó A., no tiene dinero suficiente para llamarse hightown. Aunque todavía no sabemos si estaba de coña. Pero el nombre de la zona creo que era en serio: uptown. Existe un downtown, claro, pero es la zona mala del centro, como los suburbios o así, y está claramente no recomendado ir allí aun de visita turística, o mejor dicho, sobre todo de visita tirística). Y luego de un café muy rico, porque lo estaba, nos dimos un paseo por la zona, cogimos un taxi y a casa.

El taxi lo cogimos al lado de un parque, Jevanjee Gardens, y allí nos advirtieron de que por la noche los peores sitios son los parques, que es donde se esconde la gente de mala vida. Pero también nos dijeron que había que ser precavidos al ir de día. En Kenia hay alrededor de un 40% de parados y una gran afluencia de inmigrantes somalíes y sudaneses, principalmente, que vienen con una mano delante y otra detrás. Y ya sabéis que el ocio, sobre todo el obligatoria, es el mayor causante de delincuencia. Aquí, en España y en Sebastopol. Pues resulta que los parques son los sitios más cómodos donde pasar el día y puedes ver un montón de gente viendo crecer la hierba en Jevanjee Gardens. Así que, aplicando un poco de sentido común, seguramente no visitaremos ese parque ni de día ni, por supuesto, de noche (además de que es muy pequeño y no tiene nada interesante).

A la vuelta a casa comenzó una lluvia torrencial con el correspondiente atasco, agravado de paso por bastantes matatus que se quedaron tirados (con el motor roto, pero no volcados) en mitad de la calzada. Ya llegando al cruce la carretera/calle que lleva a la Universidad, circulamos por un auténtico río causado por la tromba, con corriente y todo, y con el agua a la altura de los ejes de los coches. Bastante impresionante. Y un poco de miedo, para qué nos vamos a engañar.

Al llegar a casa conocimos por fin a la otra española y enseguida nos retiramos a descansar.

Todavía os tenemos que contar la aventura de ir a misa el domingo y las experiencias de la mitad de este blog que ya se ha matriculado en un College para mejorar el inglés. Pero todo esto será otro día.

4 comentarios:

Mar dijo...

Me alegro que os lo esteis pasando tan bien.
Yo eso de comer con las manos... ni el pollo frito en mi casa.
Supongo que ya sabreis que en Madrid ya llevamos dos nevadas y en la última se suspendieron los colegios (es que no estamos preparados para esto).
Espero vuestra entrada de la misa del domingo.
Cuidaros.

Embajador dijo...

Hola chicos, muchas gracias por hacerme saber de la existencia de este blog. Me encantan los blogs de españoles narrando sus aventuras por el mundo.

Os deseo lo mejor en vuestra aventura y que nos la sigáis contando con todo lujo de detalles.

Por cierto, a ver cuando subís fotos.

Anónimo dijo...

muchas gracias por contarnos vuestras experiencias, pero mi pregunta es ¿cómo aterrizasteis en Africa?

Anónimo dijo...

Respecto al binomio ociosidad-delincuencia querría añadir una variable más que colocaría en medio: necesidad